Tu cuerpo en el cuarto trimestre. ¿Cuándo vuelve a la «normalidad»?

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Dar a luz es una experiencia fisicamente intensa y un logro asombroso para tu cuerpo.

Dependiendo de cómo fue el parto, es posible que te sientas “magullada”, agotada y decepcionada o, por el contrario, puedes sentirte enérgica, feliz y relajada. 

Si tuviste un desgarro o te realizaron episiotomía, puede que sientas dolor. 

Sé amable contigo misma y con TU cuerpo y permítete tiempo para recuperarte.

Busca qué necesitas. Nosotras te recomendamos mucho descanso y apoyo. Busca tus propias herramientas y recursos. 

Si has dado a luz por cesárea, no podrás moverte con tanta facilidad y puede que necesites más soporte. No te compares con amigas o conocidas que te cuentan sus experiencias. Céntrate en ti, date tiempo. 

¿Cómo cambiará mi cuerpo después del nacimiento? ¿Qué pasa después?

Tu cuerpo ha pasado meses cuidando, haciendo crecer a tu bebé. Ahora, todos los cambios que ayudaron a ese proceso se invierten: 

Sangrado.

Tanto si el parto ha sido vaginal como por cesárea, tendrás un sangrado vaginal que se conoce con el nombre de “loquios”. Los loquios son de color rojo al principio, luego marrón y, finalmente, amarillo. Durante unos diez días será como una regla abundante. Puede tardar hasta seis semanas en reducirse. Cuanto más descanses los primeros días, más claros serán los loquios.

Dolor.

Tras el nacimiento del bebé, puedes sentir dolor de tipo contracción. Estas contracciones se llaman “entuertos” y suelen darse más en segundos partos, sobre todo durante la lactancia.

Esto se debe a que la hormona oxitocina, que estimula la contracción del útero, se libera durante el agarre y la succión del bebé.

Puedes precisar analgesia. Generalmente, el ibuprofeno funciona mejor que el paracetamol. y es seguro durante la lactancia.

Suelo pélvico y ejercicio físico.

Tu suelo pélvico se “estira” durante el embarazo y el parto. En el postparto, debe reafirmarse, recuperarse. 

Después del nacimiento de tu bebé, sobre todo si has tenido un parto vaginal, tu pelvis necesita contenerse, necesita estabilidad. Puedes ayudarle a ganar estabilidad con la colocación de un cinturón pélvico los primeros días.

Más tarde, ejercitar de forma consciente el suelo pélvico y el trabajo con la respiración puede ayudarte a conectar de nuevo contigo, a conectar con tu postparto. Nosotras podemos ayudarte con nuestro Plan de Movimiento Blomma.

El ejercicio controlado en el postparto puede ayudarte a reducir la retención de líquidos, tonificar suavemente tu cuerpo, recuperar la funcionalidad de tu abdomen, mejorar tu respiración y facilitar tu descanso.

Mamas.

Después del nacimiento, tus mamas estarán bastante blandas, ya que, por el momento, contienen calostro, esa “primera leche” que tu cuerpo produce para tu bebé. El calostro es rico en proteínas y está lleno de anticuerpos que pueden ayudar a proteger a tu bebé de posibles infecciones.

Después de unos días, tus mamas comenzarán a producir leche de transición y puedes notarlas hinchadas y sensibles. Es la forma que tiene tu cuerpo de asegurarse de que haya suficiente leche para tu bebé. Cualquier ingurgitación se aliviará a medida que tu bebé se alimente y tus mamas se adapten a sus necesidades.

Al principio, puedes notar tus pezones sensibles, y los primeros diez segundos, aproximadamente, de cada toma puedes notar cierta molestia.

Esto es normal y, generalmente, se alivia después de unos días, a medida que la sensibilidad de tus pezones se adapta. Si no es así, busca apoyo. Si tienes dudas o problemas con la lactancia materna, nuestra recomendación es que busques ayuda profesional.

¿Cuánto tiempo me puede llevar bajar de peso después del parto?

En los primeros días después de dar a luz, perderás algo de peso rápidamente. El agua extra que llevaste al final del embarazo se elimina con la orina y el sudor. Tus niveles sanguíneos vuelven a la normalidad y tu útero se hace más pequeño.

Después de ésto, la pérdida de peso tiende a ralentizarse. Tu peso continuará disminuyendo gradualmente, mientras te alimentes de forma saludable y te mantengas activa. 

No te decepciones si tu cuerpo no vuelve a la forma que tenía antes del embarazo. Tu cuerpo ha pasado por un proceso de embarazo y trabajo de parto y necesitará tiempo para recuperarse.

La grasa extra que tu cuerpo almacenó durante el embarazo se usa como energía para ayudar con la lactancia. La lactancia puede ayudarte a perder peso, especialmente si amamantas durante seis meses o más, pero gran parte de tu pérdida de peso también dependerá de tu alimentación y de tu nivel de actividad física diaria, como te decíamos antes.

Es normal que tu barriga esté un poco flácida y «arrugada» después del parto. Date tiempo. Cuando te sientas lista, puedes comenzar a hacer ejercicios específicos y trabajar sobre esta zona. 

Piensa que a tu cuerpo le llevó nueve meses de embarazo llegar a donde está ahora, por lo que necesitará, aproximadamente, ese mismo tiempo para recuperarse.

Tobillos hinchados, hemorroides… ¿cuándo vuelvo a la «normalidad»?

  • Los tobillos hinchados pueden durar, aproximadamente, una semana. Disminuye el edema a medida que vas siendo más activa y pierdes el exceso de líquido que retuviste durante el embarazo.
  • Las hemorroides suelen desaparecer sin tratamiento, pero conviene consultar con un profesional si te causan problemas. Es posible que necesites una receta para una pomada o supositorio. Consume alimentos ricos en fibra, como arroz integral, y bebe mucho líquido.
  • Las estrías en las mamas, la barriga y los muslos pueden tardar algunos meses en desaparecer. Pasan de color púrpura, rojo o marrón a plateado, rosa o marrón claro, según el color de tu piel.
  • A medida que disminuyen los niveles de las hormonas del embarazo, es posible que empieces a notar que se te cae el pelo. No te preocupes, tu pelo, poco a poco, volverá a ser lo que era antes de quedarte embarazada.
  • Si has tenido un parto por cesárea, puedes sentir cierto dolor o molestia alrededor de la cicatriz durante un tiempo. Sin embargo, trata de moverte lo antes posible. Esto ayudará a tu recuperación.
  • Las hormonas que estaban altas durante el embarazo aún pueden afectar a tus articulaciones hasta seis meses después del parto, por lo que es mejor mantener un ejercicio suave durante los primeros meses. No hagas nada de alto impacto demasiado pronto.

«Consejo Blomma»: recuerda que tu cuerpo habrá cambiado después del embarazo y el parto. Enorgullécete de ello, ha hecho un trabajo increíble. 

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