No sé cuál es mi sitio…

A menudo las parejas de las mujeres que están gestando describen este proceso como:  

“el embarazo lo viví como algo que le ocurría a ella”.

La creación del vínculo con el bebé comienza en el embarazo. Sin duda se ve influenciado por el deseo o no de ser padre o madre, vivencias anteriores, miedos, inseguridades hacia el nuevo rol,… Todo esto hace que exista una ambivalencia emocional que a veces resulta difícil de aceptar por los futuros padres. La sensación de sentimientos contradictorios puede resultar desagradable o generar sensación de culpabilidad. Es habitual que aparezcan esas emociones contradictorias, forman parte de la adaptación al nuevo rol

Los ritmos en la formación del vínculo son muy variables. Variables en una misma persona en los distintos embarazos y variables dentro de la pareja. No hay un ritmo óptimo, no hay reloj. Tan solo debe haber intención de tomar parte activa, de sentir, compartir, expresar y sostener.

En nuestra cultura occidental no se fomenta que los hombres reconozcan y expresen emociones o necesidades afectivas. Es importante que el padre se sienta con libertad y apoyo en la manifestación de necesidades, dudas y afectos. 

Si nos paramos un instante a pensar cuántos espacios se crean y se llenan de mujeres para el intercambio de vivencias de embarazo y maternidad seguro se nos ocurrirían muchas opciones. Por el contrario, no hay apenas espacios creados para que los padres puedan compartir esta crisis vital. Entendiendo como crisis vital, cambio abrupto que requiere de un proceso de adaptación.

Los hombres suelen compartir estas experiencias con su grupo de iguales a propósito de un encuentro deportivo o en torno a alguna afición.

Cada vez se espera una mayor participación del varón y que participe en los cuidados. Es habitual la sensación de confusión en el padre o madre no gestante respecto a lo que se espera de ellos en este sentido. Igualmente la mujer gestante tampoco encuentra en muchas ocasiones la manera de solicitar ayuda, consuelo o sostén de su pareja.

Existen diferencias en el rol de madre y el rol de padre o madre no gestante. El impacto de la biología a nivel físico y psicológico no es desdeñable. La identidad materna tiende a orientarse a su cría y sus necesidades. La pareja construye su nueva identidad a partir de las necesidades de esa nueva diada (madre- bebé).

Ya hemos  mencionado en alguna ocasión la exterogestación. Ese periodo de tiempo que el bebé necesita de contacto directo y emocional con su madre para terminar su maduración. Es por eso que la diada evidente madre-bebé del embarazo no termina con el nacimiento de la criatura. Conocer este hecho vital, aceptarlo, respetarlo, acompañarlo y sostenerlo es un regalo para la nueva familia.

Los cuidados pueden ofrecerse de manera directa a la madre mediante afectos así como resolviendo necesidades logísticas. En ocasiones, la pareja es el intermediario perfecto para liberar a la madre del ruido externo: conflictos familiares, laborales , situaciones estresantes,…

No cabe duda que el vínculo creado en la pareja es importante para transitar la maternidad/paternidad. La comunicación es un elemento vital, no solo la comunicación verbal, también la afectiva.

¿Qué puedes hacer para encontrar tu sitio?

  • A veces es suficiente con estar sin juzgar.
  • Acompañar 
  • Sostener
  • Transmitir seguridad
  • Dar confianza
  • Empoderar a la pareja que está cuidando de tú bebé como mejor sabe hacerlo

Ser parte activa en la búsqueda de información relacionada con el embarazo, el parto y la crianza hará que comprendas el proceso para poder dar sostén.

¿Qué podéis hacer como pareja?

  • Participar los dos en los cuidados prenatales.
  • Expresar las emociones.
  • Favorecer una comunicación sana.
  • Tomar conciencia de vuestros recursos y  vuestras competencias.
  • Recoger herramientas ofrecidas por profesionales. 

Tomar un papel activo desde el inicio, implicándote positivamente sin duda se traducirá en una vivencia saludable para la nueva familia.

No hay una única manera de transitar la maternidad/paternidad. La idea es que desde la información y con vuestra esencia y valores, forméis vuestro propio modelo de familia, vuestra manera de criar. 

¡Os deseamos un viaje consciente a la maternidad/paternidad!

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