Millones de años atrás, la especie humana ya cargaba a sus crías y las llevaba en constante contacto con sus madres, favoreciendo la alimentación continuada y a demanda.
El porteo potencia la seguridad y el vínculo.
Existe un efecto calmante sobre los bebés cuando son sostenidos en nuestros brazos, y el movimiento parece tener un efecto mayor. Algunos autores justifican este hecho por la necesidad de la cría de mantenerse quieta y tranquila cuando hay una situación de peligro en la que la madre porteadora necesita correr para salvar su vida1.
En el mundo animal, las crías mamíferas que nacen dependientes son cargadas por sus madres. Los canguros, concretamente, mantienen a sus crías en el marsupio entre 5 y 8 meses para terminar de formarse.
El ser humano también es demasiado maduro para el útero, pero demasiado inmaduro para sobrevivir fuera de la bolsa de su madre. Además, el instinto materno lleva a las madres a tener cerca a sus crías el mayor tiempo posible, el porteo facilita que esto sea posible.
La especie humana es altricial, ya que los humanos terminan su desarrollo fuera del útero materno. Una de las hipótesis que justifica este hecho es el “dilema obstétrico”: la bipedestación implica un estrechamiento de la pelvis, lo que limita el tamaño de la cabeza del recién nacido.
Otra de las hipótesis es la “hipótesis metabólica”: un feto en desarrollo consume mucha energía. Un embarazo más prolongado requeriría un esfuerzo metabólico imposible para la madre2. Ambas hipótesis no son excluyentes.
El tamaño del encéfalo al nacer es 1/3 del que tendrá cuando alcance su máximo desarrollo. Por tanto, requiere de un periodo de madurez y de aprendizaje que implica cuidados y vigilancia parental.
El contacto físico y la sensación de «fusión», puede ayudar a la madres en la integración de la nueva etapa en la que se encuentra.
Aún hoy, algunas culturas siguen preservando el contacto materno como prioritario. En occidente nos batimos en duelo entre el instinto y la necesidad de independencia.
¿QUÉ BENEFICIOS OFRECE EL PORTEO?
- Promueve el apego seguro madre-bebé
- El bebé llora menos.
- El contacto físico estimula el crecimiento.
- Reduce los síntomas de reflujo.
- Favorece la lactancia materna.
- Calma al bebé.
- Fomenta el bienestar y la relajación de la madre/padre y el bebé.
- Facilita la transición al mundo exterior.
- EL bebé estará menos irritable.
- Reduce el riesgo de plagiocefalia*
- Es menos cansado que llevarlo en brazos.
* Deformidad de la cabeza del bebé producida por una postura determinada.
¿He de portear a mi bebé? ¿Soy una mala madre/padre por no hacerlo?
Nadie debe juzgarte por el modelo de crianza que elijas. Leer este artículo debe ofrecerte información, no culpa. Sigue leyendo, ¡explora! Intenta portear si te apetece y observa cómo te sientes y qué beneficios os aporta a ti y a tu bebé.
Referencias:
1.- Esposito, Yoshida, S., Ohnishi, R., Tsuneoka, Y., Rostagno, M., Yokota, S., … Kuroda, K.O. (2013). Infant calming responses during maternal carrying in humanas and mice. Curr Biol., 23(9), 739-745.
2.- Holly M.Dunsworth, Anna G. Warrener, Terrence Deacon, Peter T. ELlison, and Herman Pontzer. PNAS September 18, 2012.,109 (38) 15212-15216.